Acumulación
La acumulación es una medida de supervivencia que usan diversos animales entre ellos el humano cuya función es prepararse para épocas de escasez principalmente de alimento… medida que en esta época en la que muchos tenemos la supervivencia garantizada es innecesaria pero que ha llegado a niveles inconcebibles.
La mayoría de nosotros crecimos en hogares promedio de clase media, hijos de personas que en muchos casos crecieron con carencias y problemas de dinero que se esforzaron por que nosotros tuviéramos lo que ellos nunca tuvieron.
En mi caso sé que mi abuelo murió a sus 40 años dejando una mujer viuda con 4 hijos de entre 15 y 10 años, sin casa, sin ninguna estabilidad, por lo que a los 16 años mi madre siendo la mayor empezó a trabajar al igual que mi abuela para mantener a los pequeños y construir unos cuartos donde pudieran vivir… su vida fue difícil y aunque nunca se quedaron sin comer hubo días en que solo tuvieron para tortillas con sal y un plato de frijoles. Las cosas en esa casa tenían que cumplir con ciertos requerimientos, debían ser baratas y duraderas y pasaban de una hija a otra a otra y luego al hijo menor… la ropa era remendada, modificada y adaptada las veces que fuera necesario y los zapatos eran reparados hasta quedar irreconocibles… mi mamá recuerda como mi abuela elegía cosas que a menudo eran feas o incómodas, pero «no había de otra», recuerda que si las medias se le rompían tenía que esperar al siguiente día de pago para poder comprar otras y no había más que un par a la vez, por que por más que las cuidara eventualmente se jalaba en algún lado; juntaba por días los centavos que le sobraban del camión para poder comprarse un helado y comérselo a escondidas por que le daba culpa que sus hermanos no comerían helado… Vivieron casi un año en una casa de 2 cuartos sin ventanas ni techo… bueno, eran otros tiempos.
Si sus padres tienen historias similares puedo asegurar que son acumuladores en algún grado y aun a sus 60-70 años siguen teniendo muchos problemas para deshacerse de cosas aun cuando a todas luces no sirven más.
Mi madre y mi abuela continuaron teniendo este modo supervivencia activo y me criaron con la misma mentalidad de que nada debía desperdiciarse, todo debía repararse, cuidarse y jamás debía tirarse… una mentalidad muy sustentable… el problema con este modelo en un hogar sin problemas de dinero es que cada vez entran más cosas y nada sale.
Mi madre fue exitosa y yo viví más que bien, como hija única de una madre soltera trabajadora tuve muchos juguetes y mucha ropa… la mayoría de los cuales siguen en casa de mi mamá en diversas condiciones. Como usuaria soy igual que ellas, una persona sumamente cuidadosa con todas mis cosas; verdaderamente, la ropa, los zapatos, los juguetes, los electrodomesticos, las vajillas, los celulares, etc en mi familia duran años, las cosas se heredan, cumplen ciclos eternos. Así que cuando me mudé por primera vez hace unos 6 años para irme a vivir con un novio empaqué cantidades insanas de ropa, zapatos, bolsas, libros, películas, adornos, aretes, collares y artículos varios , no tuve que comprar vajilla por que mi mamá tenía unas 5 casi completas, cubiertos igual… la cantidad de cosas era tal que muchas nunca dejaron sus bolsas o cajas por que simplemente no había donde ponerlas en un departamento tan pequeño, en aquella época compré una cajonera con la esperanza de meter lo que no había cabido en los muebles que él tenía, pero ni así logré desempacar todo… y todas estas cosas más las que acumulé en 2 años (con algunas excepciones) fueron nuevamente empacadas cuando mi relación terminó y han ido de una casa a otra; mi estilo y mis gustos han cambiado varias veces pero ¿como podría deshacerme de aquellos overoles camuflajeados que compré a los 15 si siguen en perfectas condiciones o de esas cajas de VHS’s con mi colección de películas grabadas por mí misma aunque no tenga TV ni con que reproducirlas? ¿y lo que costaron? sería como echar el dinero a la basura, impensable. Y esto continuó hasta hace unos 3 años que empecé a pensar en construir una casa para mi y mis niños… armada con mi sueño de tener una cabaña terminé leyendo sobre el movimiento Tiny House y decidí que mi casa sería así, una cabaña pequeña, no necesitaría más, el sueño dorado de todo ermitaño-vegetariano-sustentable… Por ahora rento una casa demasiado grande para mi y mis animales de compañía, es agotador mantenerla limpia y entre mi falta de energía, la depresión, mi perfeccionismo y mi obsesión por que las cosas se hagan a mi modo, siempre estoy atrasada con los quehaceres, si no son las alfombras de arriba, es el piso, es la arena de los gatos, es el patio, es el jardín, es la huerta, son los muebles, los adornos, la ropa, los trastes, la basura o aún no he cocinado… Una casa pequeña será lo mejor y así empezó el proyecto… solo hay un detalle que no había querido considerar, si tienes una casa pequeña, no puedes tener muchas cosas… no se imaginan la ansiedad de llegar finalmente a esa conclusión… tendría que deshacerme de cosas, de cosas en buen estado, en excelente estado, con años potenciales de uso en su futuro, la potencial herencia a mis potenciales hijos… Noooooooooooooo!!!
Minimalismo
El minimalismo es una filosofía/estilo de vida que aspira a reducir las pertenencias y el impacto en el mundo al mínimo, viviendo con lo que es esencial para el desarrollo y realización de cada individuo y no más, y así poder enfocar la energía en lo importante.
La verdad es que terminé siguiendo canales sobre minimalismo involuntariamente, en realidad buscaba seguir vlogs sobre sustentabilidad y veganismo y esas cosas… pero los temas están sumamente relacionados por lo que no es raro encontrar personas minimalistas/sustentables/veganas compartiendo sus tips, recetas y sus espacios super estéticos en colores neutros instagrameables… La realidad es que soy una persona muy dispersa de intereses amplios, poco enfocados y diversos, mi acumulación se mezcla a menudo con mis obsesiones, mi desorden y mi caótica «organización», así, las cosas simplemente se me salen de las manos y al rato ya hay cosas aventadas en algún lado por que no sé donde más ponerlas y luego procrastino por meses por que verdaderamente no quiero lidiar con todo eso… Para ser sinceros mi «estética» es más la de una bruja medieval que de un vlogger minimalista… y sin embargo, muchas cosas respecto a esta filosofía empezaron a tener mucho sentido y así inicié mi camino hacia una vida menos desordenada, menos consumista y un poco más enfocada.
Los espacios amplios, vacíos, estériles no suelen ser del agrado de la mayoría, yo incluida… por lo que al ver una casa «minimalista» muchos preferimos salir corriendo… pero esta estética de hospital no es el punto del minimalismo, el punto es emprender un viaje de autoconocimiento y encontrar lo que realmente nos gusta, nos llena, lo que realmente apreciamos y necesitamos. Es un viaje sumamente interesante que todos deberíamos intentar… no hay una meta establecida inalcanzable de vivir con 30 pertenencias… la meta consiste en apreciar y valorar todas y cada una de las pertenencias que decidas mantener, sin importar la cantidad, que esas pertenencias te hagan feliz, que te hagan la vida más fácil y ligera, que no creen ruido en tu mente, que no sean una carga, que te permitan ser… y más importante descubrir que no somos nuestras cosas y no les pertenecemos.
A continuación voy a recomendar algunos libros que he leído (en realidad escuché los audiolibros) sobre el tema:
- Goodbye, Things: The New Japanese Minimalism
(Goodbye, Things: Como encontrar la felicidad con el arte de lo esencial)
Autor: Fumio Sasaki
El enfoque de Fumio Sasaki ha sido el más extremo de todos los libros que he escuchado, pero tiene mucho que ver con el regreso al minimalismo japonés. Sasaki nos cuenta como pasó de ser un hombre promedio en Japón, eternamente infeliz, obsesionado por adquirir objetos que le dijeran al mundo que clase de persona era, que hablaran del estatus que quería alcanzar y cuanto dinero podía ganar trabajando incansablemente para poder comprar todas esas cosas en un circulo interminable, cansado, con problemas para levantarse y sin ganas de limpiar toooooodas esas maravillosas pertenencias, agobiado por la atención que estas cosas exigen; a vivir feliz con tan pocas cosas que levantarse descansado y limpiarlas es parte de su rutina diaria, en su última mudanza solo le tomó media hora empacarlo todo, lo que lo hace sentirse ligero y motivado. Su proceso fue tan extremo como su resultado, Sasaki se deshizo de la mayoría de sus cosas siguiendo el principio de tener solo lo esencial y para descubrirlo se deshizo del miedo de separarse de cosas que había comprado teniendo la seguridad de que si realmente las necesitaba bien podía volver a comprarlas, y así fue, volvió a comprar un par, pero no ha extrañado el resto de las cosas de las que se deshizo. El libro te da ejemplos, herramientas y puntos a tomar en cuenta, tips para facilitar el adios a las pertenencias no-esenciales todo esto para enfocarse en lo que es realmente importante.
El libro de Fumio Sasaki me hizo pensar mucho en lo mucho que me estresa la cantidad de cosas que tengo, realmente parecen gritar «pónme atención», «cuando fue la última vez que me usaste», «no me haz limpiado» y es sumamente agobiante, mi tiempo y especialmente mi energía es finita y no es suficiente para atenderlas todas. Su vida simple y su hogar casi vacío que puede limpiar en minutos me parece sumamente envidiable. - The Joy Of Less
(Menos es más)
Autor: Francine JayJay sugiere que todas nuestras pertenencias deberían ser cosas útiles y/o cosas hermosas y/o cosas sentimentales, creo que justo por este approach terminó siendo mi favorito ya que es un punto en el que Marie Kondo falla, hay muchas cosas que no nos hacen felices, no ponen una sonrisa en nuestra cara pero igualmente son útiles y necesarias. Su método propone depurar espacio por espacio que también es más manejable que el de Kondo pero por lo mismo menos impactante. - The Life Changing Magic Of Tidying Up
(La magia del orden)
Autor: Marie Kondō
Curiosamente el libro de Kondo fue el que me gustó menos, quizá por que el enfoque está en el orden, Kondo estuvo siempre obsesionada con el orden desde pequeña y el libro es su guía para un hogar libre de cosas fuera de su lugar… o quizá simplemente por que ya había visto su serie en Netflix y en ese momento ya había KonMari-ado mi guardarropas, sacando 2 bolsas grandes de basura llenas de prendas (que aun no acabo de donar). Recomiendo la serie… realmente me cambió la vida…
Kondo sugiere que nos deshagamos de las cosas que no nos hacen felices. Su método de limpieza internacionalmente conocido requiere una limpieza completa de toda tu casa en un tiempo corto (entre una semana y seis meses) avanzando por tipo de artículo en lugar de por habitación… es un método sumamente agotador, pero también muy impactante… consiste en juntar todos los objetos dentro de la categoría en un solo lugar, tomar cada uno y preguntarse si ese artículo nos hace felices… Se debe avanzar por las categorías en orden 1. ropa (que incluye zapatos y accesorios) 2. Libros 3. Documentos 4. Komono (misceláneos de cocina, baño, etc) y 5. Objetos con valor sentimental
Yo sé que tengo un largo camino por delante, y aunque no aspiro a vivir con solo 100 pertenencias en un cuarto de 2×2 sin muebles y paredes vacías, de verdad espero poder aligerar mi paso por este mundo, mi mente requiere descansar de las eternas necesidades de las cosas que he acumulado para centrarse un poco en mi vida creativa que he dejado abandonada por años.
Les comparto algunas fotos de como Konmari-e mi ropa:
Según el Konmari hay que sacar tooooda la ropa primero y apilarla… y vaya que la pila era impresionante…
Luego se sostiene cada una de las prendas y se pregunta uno si lo hacen feliz y si es un no, se les agradece y se despide uno de ellas.
Como mencioné arriba me deshice de 2 bolsas grandes de basura llenas de ropa; por lo menos la mitad de esa ropa ya no me quedaba y la otra mitad ya no era mucho de mi agrado… Igual se fueron algunos zapatos.
es curioso por que es el momento en el que uno se topa esas cosas que compró y acabaron por no ser lo que uno creía… y que uno guarda más por culpa que por gusto.
Y luego de depurar hay que volver a guardar, el Konmari incluye instrucciones detalladas de como doblar la ropa que en gral funcionan muy bien en especial para cajones, pero no para todo.
Al final creo que sigo teniendo mucha ropa, pero me recuerdo que este es un proceso continuo de depuración.
Pienso reducir también por uso, como en el caso de los calcetines y camisetas, esto es; no sustituir los que se vayan gastando hasta tener una cantidad más manejable.
Lo que si puedo decir es que mis hábitos de compras han cambiado drasticamente: ahora evaluó a detalle cualquier posible adquisición, hago listas pensadas de items que me hacen falta o necesito sustituir y me apego a eso… y me alegra decir que en todo el 2019 solo compré un par de prendas.
También descubrí que hay algo que seguirá creciendo sin mucho control: las playeras, en especial las de bandas y conciertos… c’est la vie.
Correr el Konmari completo por toda la casa me tomó, al final, unos 8 meses por que luego de la ropa y los documentos perdí momentum, pero valió mucho la pena. Espero correrlo de nuevo para seguir disminuyendo, pero también para tener un inventario fresco de las pertenencias.